Beéle volvió al Movistar Arena para su segunda escala del año y firmó una noche de pop urbano con acento caribeño, marcada por un repertorio extenso —casi treinta temas— que alternó dembow, reggae y reggaetón con sus baladas más coreadas. La fecha, programada para las 21.00 horas, se enmarcó en el “Frente al Mar World Tour”, anunciada como segunda presentación “por éxito de ventas”.
Desde el arranque, el colombiano apretó el acelerador con una seguidilla que encendió la cancha: “I miss you”, “Anhélame” y “Loco” actuaron como carta de presentación para una puesta en escena colorida y bailable —la ya reconocible mezcla de reggae, dancehall y reggaetón que lo acompaña— antes de mover la brújula hacia los coros románticos.
El tramo medio navegó por contrastes: tras la vibra playera de “Aloha” y “Santorini”, Beéle bajó revoluciones con “Inolvidable” y “Quédate”, dos de los momentos más cantados de la noche, para luego volver a levantar la aguja con la racha urbana de “Ya q”, “Hotel east” y “Hiekka”. La estructura calzó con lo que se había adelantado en la previa: un show largo, sin intermedios y con cambios de ritmo bien marcados.
Hacia el final, el artista apretó el paso con su costado más reciente: “Top diesel”, “Vagabundo” y “Mi refe” armaron la cátedra de perreo, para luego abrir paso a la fiesta colectiva de “La plena” y “Sobelove”. En esa recta, el público —que copó el Parque O’Higgins— mantuvo el clima en alto, algo que se reflejó en los registros fotográficos y videos que circularon tras el concierto.
El cierre quedó reservado para los himnos: “Morena” y “Si te pillara” detonaron el último coro masivo, “Frente al mar” operó como postal inevitable del tour y “Una noche más” bajó el telón con aura de bis. En tiempos y títulos, el libreto se pareció bastante a lo proyectado en la antesala, con casi 29 canciones hiladas sin decaer.
