Fotos: @el.eme – @greliis / Lotus
Danny Ocean volvió a Chile y lo hizo a lo grande: con un Movistar Arena repleto y un concierto cargado de energía, emociones y sorpresas que confirmaron por qué es uno de los artistas latinos más innovadores de la escena actual.
Un inicio arrollador con “Imagínate” y “Vitamina”
Con una banda de cuatro músicos (guitarra, percusiones, sintetizadores/teclados y bajo) y un sol gigante colgando del techo como bola disco, el venezolano abrió sin rodeos con “Imagínate”, de Babylon Club (2025), su segundo Nº1 en el Latin Pop Airplay. Vestido con camisa a cuadros en degradé naranja, pantalón ancho oscuro, gafas y pañuelo negro, Ocean mostró desde el primer minuto la fusión de géneros que lo caracteriza: urbano con espíritu pop y un telón playero de fondo.
El arranque encadenó la pegajosa “Vitamina” y el coro multitudinario de “Amor”, mezclando reguetón, dembow, dancehall y pop electrónico. “¡Buenas noches, Santiago!… De verdad ni me lo creo, marico”, saludó antes de interpretar “Swing”, seguido de clásicos como “Epa Wei”, un guiño a “Ay Mami”, “Ley Universal” y la romántica “Detente”junto a Mike Bahía.
Covers, colaboraciones y momentos íntimos
El bloque de feats se expandió con “Binikini” de Rawayana, enlazado con un cover exprés de “Oye mi amor” de Maná. Luego, llegó el tramo íntimo con saxo en vivo para “La Idea de Quererme” y versiones al piano de “Ferrari” y “Dime Tú”, donde Ocean reflexionó: “El amor es libre, con defectos. Ese es el amor real”.
El romance siguió con “Cuando Me Acerco a Ti” y el singalong de “Báilame”, antes de la transición audiovisual de “Babylona”.
Sorpresas desde la platea y homenaje a Venezuela
Uno de los momentos más sorpresivos fue cuando Danny apareció cantando desde la platea alta con “Dembow” y “Fuera del mercado”, desatando la euforia en medio del confeti. De vuelta en escena, sonaron “Mónaco” junto a LAGOS y la emotiva “Vuelve”.
El capítulo más simbólico llegó con “Caracas en el 2000”, acompañado por su telonera Elena Rose. “Quiero abrazar a mis hermanos venezolanos… tengo fe en que pronto volveremos a casa”, dijo emocionado, antes de convertir el Movistar Arena en fiesta con la salsa “Crayola”, coreada como un himno de identidad.
Un cierre inolvidable con “Me Rehúso”
El tramo final fue pura pista de baile con “Miedito o qué?”, “Brisa”, “Pirata” y la explosiva “Priti”, que desembocó en un coro colectivo de “Mi Niña Bonita”. Tras un emotivo “Corazón”, llegó el esperado cierre con “Me Rehúso”: Danny se quitó los lentes por única vez y transformó el Parque O’Higgins en una discoteque masiva.
“Santiago nunca me defrauda. Gracias por estar aquí”, cerró Ocean, confirmando una noche histórica que quedará en la memoria de sus fans chilenos.